La Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales, organizada por Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), es el mayor encuentro de alcaldes, presidentes de asociaciones, concejales y representantes locales y regionales de todo el mundo. También reúne a los líderes locales y regionales, concejales, gobiernos locales, socios y actores más influyentes en la toma de decisiones de las ciudades y la vida en comunidad.
La edición de este año, que tendrá lugar del 11 al 15 de noviembre en Durban, Sudáfrica, contará con un formato renovado y con una mejor colaboración entre los miembros y los socios.
La Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales se basa en el centenario movimiento municipal internacional; incluirá actividades interactivas e innovadoras enfocadas en cuatro ejes que guiarán a los participantes a lo largo de la Cumbre Mundial, además de sesiones específicas para los miembros de CGLU.
El Congreso trienal de CGLU también recoge el legado de los compromisos del colectivo de los gobiernos locales y regionales de todo el mundo. Es decir, el compromiso de asegurar un futuro mejor para todos a través de la acción a escala local, nacional e internacional, el compromiso de gobernar y generar cooperación, y el compromiso de que las ciudades y regiones ocupen su justo lugar a la cabeza de la nueva agenda internacional para el desarrollo sostenible e inclusivo.
Fundamentos de la Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales
La gobernanza local y regional en el centro del desarrollo sostenible
Los gobiernos locales y regionales (GLR) contemplan las agendas globales como un marco universal único para abordar las prioridades más urgentes del planeta. La Agenda 2030, el Acuerdo de París, el Marco de Sendai, la Nueva Agenda Urbana –un acelerador de la implementación– (entre otros) son elementos clave.
Los gobiernos locales y regionales han iniciado un movimiento de transformación para la consecución de las agendas globales. La concienciación y adopción de los objetivos globales desde la base, y su definición e implementación a escala local, serán fundamentales para la consecución de las agendas.
Las comunidades, los ciudadanos y los GLRs no pueden ser ni meros testigos del desarrollo ni receptores de cooperación. Debe tenerse en cuenta su capacidad para acelerar la acción, así como las barreras técnicas y políticas que surgen para alcanzar el desarrollo sostenible. La Cumbre Mundial demostrará cómo la localización es un instrumento político importante y que solamente mediante la voluntad política de todas las partes interesadas seremos capaces de implementar las agendas en las ciudades y territorios para que ningún lugar ni nadie se quede atrás.
La Cumbre Mundial debe inspirar a los líderes regionales y locales a definir sus soluciones a los retos principales de todo el mundo. También debe ofrecer un espacio para presentar cada caso, pero lo más importante es que debe permitir al colectivo de gobiernos locales y regionales determinar estrategias sobre la contribución local a los objetivos globales.
La nueva era de los gobiernos locales y regionales
La Cumbre Mundial permitirá a nuestro colectivo generar vínculos fuertes entre comunidades, la sociedad civil, los gobiernos nacionales, la comunidad internacional y otros grupos de interés.
Se procurarán espacios para los grupos de interés y los actores urbanos para participar y cocrear, conjuntamente, las futuras políticas del movimiento municipal, y también para comprender que la transformación a escala local está estrechamente vinculada con el compromiso de los grupos de interés y con el diálogo multinivel a escala global, regional y nacional.
La igualdad, las finanzas locales, la agenda de ciudades intermedias, la necesidad de reconsiderar la democracia local o el papel de los gobiernos locales en la construcción de sociedades pacíficas, así como la construcción de una nueva narrativa sobre migraciones son solo algunas de las cuestiones que abordará nuestra Cumbre.
Durban va a ser el escenario en el que presentemos un nuevo tipo de liderazgo que permita a las nuevas generaciones florecer, que ayude a perfilar un diálogo intergeneracional que construya un mundo pacífico y sostenible, con todos y para todos.
La Cumbre Mundial definirá las prioridades de los liderazgos locales y regionales y confirmar su gran potencial como guardianes de las esperanzas, sueños y expectativas de las comunidades. La transformación del sistema de gobernanza global deberá empezar con la diversidad, la confianza y con un método mejor de organizar la vida, para que nadie ni ningún lugar se quede atrás.